El arte abstracto conmueve hasta las lágrimas: Alexander Apóstol y la democracia venezolana
Isabela Sánchez, en su artículo, explora cómo el arte abstracto de Alexander Apóstol puede evocar emociones profundas.

Escrito por: Isabela Sánchez Acosta – Universidad de los Andes, Colombia

Para mí, una purista del arte abstracto, fue difícil dotar de contenido estas obras cuando Juaniko Moreno -curador del MAMBO– nos explicó el contexto bajo el cual el artista hispano-venezolano Alexander Apóstol las creó y lo que realmente representan. Desde la academia he defendido que al arte abstracto no debemos buscarle significados subyacentes cuando no los tiene, que muchas obras no representativas son precisamente eso: no plasman elementos de la realidad que habitamos (1). Por eso, cuando vi estas obras monumentales por primera vez sentí una profunda emoción. Sentí que este conjunto de figuras abstracto-geométricas que estaban ahí frente a mí, me envolvían. Rectángulos amarillos junto a otros polígonos de color rosado claro, formas de azul fuerte, círculos de colores, cuadrados cafés, anaranjados en otros espacios. El arte abstracto tiene ese efecto en mí, el color y la forma son capaces de conmoverme hasta las lágrimas, sí. Solo figuras geométricas. Sin contexto previo.

Me sorprendió que estas obras sean parte de la exposición de Apóstol, ya que en esta previamente se encuentran obras no-abstractas, concretamente fotografías y videos, con una aguda crítica a la sociedad venezolana, a la construcción de identidad nacional y estética en el país. Entonces, en un primer momento no encontré la correspondencia entre las obras abstractas y lo visto justo antes. Una vez Moreno empezó a contextualizar las obras en el corpus artístico de Apóstol, debo reconocer que sentí algo de frustración y desencanto por la obra. ¿Por qué estas obras que me cautivaron de inmediato tienen un vínculo con la realidad política venezolana? ¿Por qué no pueden ser arte concreto?

Sin embargo, al escuchar al curador, reconocí el valor de lo que estaba viendo, lo que me obligó a dejar de lado mi apuesta teórica y llenar de contenido las formas pictóricas fascinantes que tenía frente a mí. Especialmente, porque el contenido de esta obra no es menor y dice mucho sobre la poderosa conexión que puede existir entre el arte abstracto y las urgencias sociales y políticas que aquejan a nuestro mundo actualmente. Más allá de la inicial frustración y desencanto, empecé a comprender la potencia del lenguaje visual de las obras y de su contenido, y me emocioné nuevamente al pensar cómo estas obras expanden las fronteras del arte abstracto-geométrico.

Las obras en cuestión son Partidos políticos desaparecidos (2018) y Contrato colectivo cromosaturado (2018) de Alexander Apóstol, nacido en Barquisimeto, Venezuela, en 1969, forman parte de la exposición titulada “Postura y geometría en la era de la autocracia tropical”, la primera muestra institucional del artista, la cual también es parte del ciclo expositivo actual del MAMBO. El poder de las dos obras mencionadas radica en que se usa el lenguaje de la abstracción geométrica para visibilizar y hacer una crítica al debilitamiento de la democracia en Venezuela. Esto, a través de un proceso de abstracción de las banderas de los partidos políticos de este país que han desaparecido paulatinamente con el fortalecimiento del chavismo y de la dictadura de Nicolás Maduro desde hace más de diez años.

De acuerdo con la Galería Marlborough, estas obras “documentan las imágenes gráficas de esos extintos partidos minoritarios participantes en una democracia desencantada. En este gran mural pictórico-fotográfico, el artista juega con la herencia visual de la propaganda política del país suramericano, específicamente con su amplia paleta cromática, que, según Apóstol, puede asociarse al protagonismo del constructivismo venezolano y su visión geométrica como signo modernista del país”(2). Así, teniendo en cuenta que estos colores y formas nos muestran realmente la pérdida de la democracia de un país, entonces es inevitable sentir impotencia, temor y vacío. Las obras constituyen un retrato en el tiempo del poder en Venezuela, de su agonía y la creciente dificultad para discernir entre abstracción y realidad, entre lo que queremos que algo sea y lo que es. Los murales generan una profunda reflexión sobre la fragilidad de nuestras instituciones, la peligrosidad de los gobiernos de turno y lo que está en juego políticamente para cada país que elige un sistema democrático. En ese sentido, las obras también muestran las perversidades de la democracia y en lo que esta puede llegar a degenerar. Este contenido, sin duda, también tiene la potencialidad de conmover a alguien hasta las lágrimas.

¿Por qué Apóstol escogió el lenguaje de la abstracción para plasmar esta reflexión?

En Venezuela, la tradición abstracto-geométrica que surgió durante la segunda mitad del siglo XX fue muy importante. Artistas como Carlos Cruz-Diez -quien también tiene una exposición actualmente en el MAMBO- y Jesús Rafael Soto son dos de los mayores exponentes del arte abstracto venezolano y de Latinoamérica. Después de la Segunda Guerra Mundial en la región, el arte abstracto-geométrico se asoció con un discurso político modernizador de progreso y desarrollo (3) por su apariencia neutral y sólida, en contraposición al expresionismo abstracto, visualmente más complejo y caótico. Como parte de este movimiento artístico, en el caso venezolano se destaca el grupo El techo de la ballena. De este modo, el arte abstracto basado en figuras geométricas, como se citó previamente, forma parte de una tradición pictórica que simboliza el discurso modernista y desarrollista en Venezuela. Con base en lo anterior es posible afirmar que Apóstol también está cuestionando las ideas que forman parte de la tradición artística venezolana, difuminadas en la actualidad. Más aún cuando se confrontan con el contexto actual del país. En suma, Apóstol hace un llamado a reevaluar las banderas del arte venezolano moderno y confrontarlas con la cruda realidad económica, social y política que atraviesa el país vecino (4).

Una de las características del arte abstracto es que, por su naturaleza misma, podría fácilmente considerarse que este tipo de obras no tienen un contenido más allá de lo visual. Esto es, que se trata únicamente de formas y colores en un plano pictórico que no dicen mayor cosa. No obstante, esta característica hace que la lectura del arte abstracto se torne peligrosa al creer que las obras son hechas al vacío. Si bien el arte abstracto permite que su trasfondo sea menos evidente, esto no implica que no tenga conexiones con su contexto de producción, con la vida del/la artista, con objetos de la realidad observable o con la realidad sociopolítica.

El hecho de que Alexander Apóstol sea un artista contemporáneo activo hace que su obra goce de mayor difusión y alcance. Al visitar su página de Instagram, se observan las obras que forman parte de su repertorio y que dan cuenta de la amplitud de su trabajo. Adicionalmente, allí se dimensiona la diversidad de la obra Partidos políticos desaparecidos, la cual no está compuesta únicamente por murales, sino también por fotografías e intervenciones in situ en edificios.

Estas obras son imperdibles en el ciclo de exposiciones actuales que tiene el MAMBO, que va hasta el 9 de junio de 2024. Para los amantes del arte abstracto esta será una oportunidad de ver más allá de las formas y los colores y reconocer en ellas la crisis democrática venezolana.

 Notas:

  • Esta postura teórica es una apuesta por la apreciación al arte abstracto desde lo puramente visual, esto es, que la observación sea la fuente principal de información con la que cuente el/la espectador/a al enfrentarse a una obra abstracta, y que se evite la búsqueda de objetos o paralelismos con la realidad observable cuando el/la artista no quiso representarlos. En lo personal, disfruto del arte abstracto que nace abstracto en la mente del/la artista y se materializa de este mismo modo.
  • “El Reina Sofía adquiere la serie «Partidos Políticos Desaparecidos» de Alexander Apóstol”, Galería Marlborough, modificado el 09 de marzo, 2024, https://galeriamarlborough.com/alexander-apostol-reina-sofia/
  • Para profundizar sobre esta afirmación véase el libro New Geographies of Abstract Art in Postwar Latin America de 2019, editado por Mariola V. Alvarez y Ana María Franco, sobre las políticas de la abstracción del arte en Latinoamérica durante la posguerra.
  • Esta idea ha sido desarrollada por el artista en otras obras, tales como Partidos políticos desaparecidos, adquirida recientemente por el Museo Reina Sofía de Madrid.

Fotografía por Gregorio Diaz. Cortesía del Museo de Arte Moderno de Bogotá.

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